1. Limpie regularmente la alfombra con un aspirador para eliminar residuos de suciedad.
2. Humedezca la alfombra, con agua y una pequeña cantidad de jabón suave.
3. Frote cuidadosamente con esponja o un cepillo suave.
4. Enjuáguela con agua limpia.
5. Deje la alfombra secar fuera del alcance directo del sol.
6. Sacúdala regularmente. También es recomendable su rotación anual.