Hoy queremos hablaros sobre las alfombras naturales, ideales para todo el año pero sobre todo en los calurosos meses de verano.
Porque si bien asociamos las alfombras con el invierno por su función de aislante térmico, lo cierto es que hay modelos más frescos y ligeros, como los fabricados con fibras vegetales como el sisal, yute, cáñamo, bambú, etc.
No almacenan el calor, que es la característica principal que tenemos que tener en cuenta a la hora de adquirir una alfombra fresca. Este tipo de alfombras visten el suelo a la vez que transpiran y sirven como elemento decorativo en cualquier momento del año.
Hay que decir que su aspecto natural está en plena tendencia. Efectivamente, encajan muy bien en ambientes rústicos, pero lo cierto es que combinan con cualquier otro estilo, desde el más clásico al más actual. Dependiendo de cómo estén trenzadas las fibras, tendrán un aspecto más sencillo o más sofisticado. En líneas generales, crean un ambiente relajado y son agradables tanto a la vista como al tacto. Además, las puedes encontrar en el color natural de la fibra o teñidas con colorantes especiales.
Existe un pequeño incoveniente y es que aunque son muy resistentes al desgaste, las alfombras naturales no pueden mojarse, ya que las fibras son muy absorbentes. Si se manchan, hay que actuar inmediatamente, limpiándolas con un trapo de algodón blanco que absorba la mancha antes de que lo haga el material. Y si optas por colocarlas en el exterior, que sea siempre a cubierto.
Así que si quieres una alfombra que te sirva para todo el año, fresca, resistente y adaptable a cualquier estilo, te recomendamos que optes por una de fibra natural. Acércate a nuestra tienda y podrás elegir entre una amplio catálogo. Mientras tanto, te mostramos esta pequeña selección: