Si estás pensando en poner una alfombra redonda en tu casa pero no estás del todo convencido/a, vamos a enumerar una serie de ventajas y cualidades para que termines de decidirte.
- En líneas generales, aportan un ambiente refrescante y acogedor: las formas redondas son amables y serenas.
- Proporcionan contraste a los bordes cuadrados y a los contornos rectos rompiendo la simetría.
- Tienen la virtud de centrar las cosas, de señalar espacios.
- Aportan contraste pero también equilibrio.
- Encajan a la perfección en espacios pequeños o rincones reservados para el descanso, lectura, etc. Pero también constituyen la elección perfecta en salones espaciosos y dormitorios.
- Funcionan perfectamente debajo de mesas redondas y otros complemetos redondos como sillas o pufs.
- Al no tener esquinas se meten en rincones a los que las alfombras cuadradas no llegan, aprovechando mejor el espacio.
- De yute, felpa, pelo corto, pelo largo, vinilo, mimbre, polipropileno… por si lo dudabas, te aseguramos que las puedes encontrar en los mismos materiales que las alfombras rectangulares.
- Se pueden combinar varias de diferentes tamaños en el mismo espacio, logrando un juego muy atractivo. Si te das cuenta, esto no funciona tan bien con las alfombras rectangulares.
- Quedan genial en habitaciones infantiles ya que delimitan una posible zona de juego. Bajo un tipi o junto a la cama. Eso sí, asegúrate de que tengan una base antideslizante para evitar posibles resbalones.
- Ayudan a abrir el plano de una pequeña estancia, ya que alejan la mirada de las paredes provocando un efecto de amplitud espacial.
- Rellenan vacíos de luz en espacios grandes.
- Son ideales para crear un punto focal en tu hogar, ya que poseen un magnetismo que atrae las miradas.
Te mostramos una serie de ejemplos para que que veas lo bien que funcionan.